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El viaje de Lima a Huaraz fue lindo, pero también largo y cansador. La última etapa, que eran 200 kilómetros, nos llevó más de 5 horas, porque la hicimos en un camión que transportaba 30 toneladas de ladrillos, y justo en una parte del camino en la que hay que ir desde los 700 MSNM hasta los 4200, así que se la pasó subiendo todo el tiempo, y avanzando a 20 kilómetros por hora. El chofer nos parecía super amable y nos cayó bien, hasta que dijo que Fujimori fue un buen presidente y que en Perú hay mucha delincuencia y que hace fata alguien como Pinochet, que sacó a Chile adelante y “si, mató gente y todo eso, pero la economía creció mucho”. Ya nos habían advertido que los camioneros son bastante de derecha.
Huaraz
Huaraz pertenece a la región de Áncash, que sufrió en el 70 un terremoto del 7,9°, y un aluvión que sepultó varias ciudades, como Yungay que quedó completamente destruida y hoy se puede visitar su cementerio, que como estaba más alto es lo único que sobrevivió, paradojicamente. En realidad, ahora toda la ciudad es un cementerio porque el aluvión los enterró con todas sus cosas, por lo que decidieron dejarla como estaba porque sacar todas las víctimas sería en vano.
Todas las ciudades que están en lo que se conoce como el Callejón de Huaylas, sufrieron casi la total destrucción de sus edificios, excepto Recuay, que en la actualidad es la única que muestra la arquitectura colonial que tenían todas previo al terremoto. Por eso Huaraz hoy tiene una arquitectura caótica, surgida en la era post terremoto. Eso se debe sumar a la pobreza y a la falta de una planificación urbana que tenga en cuenta que es una ciudad turística y que el turista va a disfrutar del paisaje que la rodea, todo eso hace que se vean muchas casas a medio terminar, solo con ladrillos por fuera, y hay casas de 1, de 2, de 3 y de hasta 4 pisos en pleno centro, eso sumado a la exagerada cantidad de cables que cuelgan por todos lados, hace que no se pueda apreciar las hermosas montañas nevadas que rodean a Huaraz. El terremoto dejó solo un barrio en pie, que es José Olaya donde se puede apreciar la arquitectura antigua que poseía la ciudad.
Creo que por eso cambiamos el estilo de turismo que veníamos haciendo. Caminamos poco por la ciudad, en realidad caminamos mucho pero siempre por las mismas zonas. Y salimos mucho a recorrer los atractivos con tours. Cuando en nuestra casa investigamos las mejores cosas para hacer por Sudamérica, nos llamó la atención la cantidad de cosas que se podían hacer desde Huaraz, y créanme que en internet sale poco. Hay para hacer caminatas de un día, de 3, de 5, y hasta de 11. Ah, no contraten excursiones por internet, todas ofrecen lo mismo y en un bus grande juntan a pasajeros de muchas agencias, así que lo que hay que hacer es ir y caminar y preguntar y la que te de más confianza y te de un precio justo, esa contratá.
Laguna 69
Si te preguntás qué hacer en Huaraz, te aseguro que no te vas a aburrir y vas a encontrar un montón de lugares para visitar. Nosotros hicimos 3 excursiones de un día. La primera fue la más linda y la más exigente desde lo físico. Es el tour de la Laguna 69, que tiene ese nombre porque cuando hicieron el relevamiento de todas las lagunas del Reserva Nacional Huscarán, los nativos nunca le habían puesto uno, entonces le quedó el número que le corresponde en el catálogo de lagunas del parque.
Son 3 horas en bus para llegar, con una parada en un comedor para tomar un té y otra parada en una laguna que tiene un color precioso y que hace que los sentimientos empiecen a anticipar lo que se va a sentir después.
Luego nos bajamos del bus y antes de empezar la caminata, la guía del tour nos avisó que nos teníamos que tomar, como máximo, 3 horas para llegar hasta la laguna, porque cuanto más demoráramos en el camino de ida, menos tiempo tendríamos para disfrutar arriba. La primer hora de caminata la disfrutamos mucho, a pesar de que tenia un poco de pendiente, todavía estábamos con energía y el paisaje encantador que teníamos a nuestro alcance, hacia que todo nos pareciera maravilloso. Caminábamos por un valle con una montana a cada lado, y un pico nevado al frente. ¿Cómo no disfrutarlo?
La segunda hora de caminata ya no fue tan alegre, pero el paisaje seguía siendo un gran motivador. El camino tiene muchas piedras, por lo que uno la mayor parte del tiempo, lamentablemente, va mirando el piso, pero cada vez que te acordás de mirar las montañas recordás porqué estás caminando como un estúpido hace tanto tiempo. Por suerte hicimos todo el trayecto en dos horas y media, esa última media hora fue un tormento. Ya habíamos hecho una gran subida y llegamos a una parte plana y pensamos que ya casi estábamos, y de golpe vemos que la gente que estaba adelante nuestro empieza a subir en forma de zig zag una tremenda montaña. Es increíble cómo al ir mirando para abajo el cerebro gana mucho más protagonismo y los ojos dejan de ser importante en la estimación de las distancias. Uno avanza con la vista fija en los pocitos que están a un metro, y en eso el cerebro va diciendo: Ya estamos, falta poquito; la siguiente loma y listo; estamos caminando rápido y va una hora y media, así que calculo que en media horita llegamos.
La cosa es que después de 2 horas y media muy largas, llegamos a ver la laguna. Ahí se mezclan la sensación de objetivo cumplido con sueño realizado. Habíamos visto las postales de la Laguna 69 sentados en nuestro departamento y nos parecía demasiado lindo. Y lo era.
El lugar es hermoso, tiene un color turquesa o celeste o no sé qué, porque los hombres no reconocemos todos los colores, y en el fondo hay una cascada y todo el paisaje de fondo es montaña nevada. Uno puede relajarse y disfrutar muy fácil, aunque siempre hay boludos que necesitan ir con su parlante de música para que todos escuchen lo que él quiere, pero si lográs apartar eso, el paisaje te hace sonreír sin necesitar nada más. Estuvimos como una hora y media al final ahí arriba.
Almorzamos la vianda que habíamos llevado y después que Lu se recuperó del malestar que le provocó la altura, empezamos el camino de regreso. La caminata de vuelta duró otras dos horas, pero cansan bastante menos, ya que es en bajada. Igual cansa, sobre todo a los tobillos y a las rodillas. Lo bueno es que cuando terminás de bajar te podés tirar en un pasto hermoso al lado de un arroyo que pasa con agua de deshielo.
Los orgullos de Huaraz
Algo positivo de la ciudad de Huaraz, es que es muy barata. Se puede conseguir un menú desde 4 Soles, y hay mucha comida en la calle. Venden sandwiches de cerdo, pizza, anticuchos, churros y algunas otras cosas. Y nosotros probamos varias de esas cosas. Los tours tampoco son caros, los de un día cuestan entre 30 y 40 Soles. Y otra cosa a destacar, además de sus costos y la gran variedad de lugares para conocer, es el orgullo que tienen por dos lugares en particular. Uno es el nevado Alpamayo, que fue elegido en el 66 como la montaña más bella del mundo, un título tan dudoso como el que tenía Karadagián, que decía ser campeón del mundo. El otro es el Artesonraju, que fue usado por la Paramount Picture como logo desde 1953.
Cultura Chavin
El segundo tour que hicimos fue el de la cultura Chavin. Es una de las civilizaciones más antiguas del Perú, se inició más o menos en el 900 A.C., depende de qué arqueólogo lo diga. El lugar es muy interesante, de todas las ruinas que hemos visto, es la única en la que vimos túneles y galerías subterráneas, que se cree que usaban para escapar cuando eran invadidos.
En los pocos edificios que se han investigado por ahora, no han encontrado esqueletos y se encontraron pocas esculturas y tejidos, entonces lo que nos explicaban nos parecía poco realista, ya que no se basa en pruebas si no en teorías. Hay una piedra con una serie de huecos con forma de cuencos, que se supone que el chamán los llenaba de agua y se toma un vaso de San Pedro, y con eso podía ver en el reflejo del agua las constelaciones y la luna y así podía pronosticar las temporadas de lluvia y sequía para saber cuando sería conveniente sembrar, dedicarse a la construcción o a esculpir piedras.
Lo más llamativo de todo es que tenían muchas construcciones subterráneas y en las piedras que están adentro, no hay rastros de fuego, entonces se preguntan cómo se iluminaban para andar por ahí. La respuesta que nos dio nuestro guía fue que tomaban San pedro que ayuda a potenciar los sentidos, entonces podían ver y oler 10 veces más que lo que lo hacemos ahora. Otro de los puntos importantes del recorrido es la visión de un tótem, que se supone que representa al dios principal, que es una metamorfosis entre hombre y animal. Antes se lo podía tocar, pero por el desgaste que sufría el tótem, ahora ya solo se lo puede ver desde unos 3 metros de distancia.
Algo que nos dijo el guía de esta excursión, y de otras nos dijeron lo mismo, es que los gobiernos han invertido poco en arqueología, por lo que se ha investigado una porción muy pequeña del pasado peruano. En Chavin, por ejemplo, solo se excavó el templo principal y un par de plazas, pero todavía no se descubrió dónde vivía la gente o dónde enterraban a sus muertos. Cuando un gobierno se decida a profundizar las investigaciones, vamos a tener cientos de lugares más para conocer en Perú, y como las distintas civilizaciones se iban conectando, seguramente que los descubrimientos nuevos harán repensar lo que se sabe hasta ahora.
En todo el valle moche se ven carteles avisando que hay sitios arqueológicos, pero desde la carretera solo se ven grandes campos repletos de rocas y algunas montañas, que uno adivina que son las que están cubriendo las construcciones ancestrales que todavía no se investigó. Esperemos que tomen la decisión cuanto antes, ya que hay un enorme mercado de contrabando de piezas precolombinas y preincas. De hecho, en la última sala que se ve en el museo del Señor del Sipán, muestran algunos de los objetos recuperados de una tumba saqueada en 1987, que ya habían llegado a Estados Unidos. También nos contaron que los grupos de contrabandistas incentivan a los campesinos a saquear las tumbas para que después les vendan a ellos lo que encuentran, por eso consideran que los últimos 40 años fueron desastrosos para la arqueología peruana.
Otra de las cosas que me quedó claro es que los españoles fueron el ISIS de los siglos XV y XVI. Violaban, mataban, imponían su religión, y saqueaban monumentos sagrados. La diferencia es que los extremistas musulmanes lo hacen porque según su fe no puede haber imágenes de Dios, y los españoles que venían a reclamar tierras con el visto bueno de los Papas de la época, simplemente destruyeron muchísimos templos buscando el oro que los aborígenes ponían en las tumbas para que el muerto pudiera pagar su entrada al otro mundo.
Nevado Pastoruri
Al día siguiente hicimos la última excursión. Fuimos a conocer el nevado del Pastoruri, que es un glaciar, que como todos los glaciares se está derritiendo. Este tiene la particularidad de ser un glaciar en una zona tropical, y por lógica no debería existir, ya que no hay la suficiente cantidad de días fríos como para que se mantenga. En la actualidad solo queda una porción muy pequeña de lo que llegó a ser, y mientras siga el calentamiento global, va a seguir derritiéndose y calculan que va a desaparecer en muy pocos años, ya que la nieve que se acumula cada temporada es inferior a la que se derrite.
Antes de llegar, hicimos una parada para ver una planta llamada Puya Raimondi, que puede vivir muchísimos años pero solo florece una vez en la vida, y cuando lo hace es hermosa porque puede tener hasta 10000 flores y da millones de semillas. La vista es muy bonita, porque no solo está esa planta, si no que hay un pozo que parece rodeado de un pantano y adentro se ven muchos colores. La planta genera cierta atracción, parece imponente por su gran altura y las miles de florcitas que se agolpan una al lado de la otra para cubrir la planta.
El bus llega hasta dos kilómetros antes del glaciar, y se puede hacer ese trayecto caminando o en caballo, como estábamos a 5000 MSNM y Lu suele sentir bastante fuerte la altura, preferimos subir en caballo y bajar caminando.
A pesar que ya queda poco, parece enorme. Es una pared blanca de varios metros de alto. Uno tiene muchísimo frío por la altura y, sin embargo, cuando logra relajarse, se puede disfrutar de un paisaje fantástico que con el contraste que tiene con su laguna no deja de admirar.
Fiestas populares
El último día en Huaraz nos dedicamos a descansar, por lo tanto nos quedamos en la casa de Raúl, nuestro anfitrión, y estuvimos charlando con el resto de los huéspedes. Ese día había dos argentinas más, una pareja ecuatoriana-germana y otra pareja brasilera. Era el día de la virgen del barrio, así que a la noche había fiesta en la plaza. Con Lu nos ofrecimos a hacer unas pizzas a la parrilla. Como siempre, nos dividimos las tareas, la experta hizo la masa y yo la salsa. Raúl prendió el fuego y con Lu fuimos haciendo las pizzas. Llegaron también dos amigos más de Raúl, así que eramos un montón comiendo. Salieron muy buenas, por lo que nos quedamos con ganas de comer más.
Después nos fuimos para la plaza a escuchar un poco de música en vivo y ver cómo bailaba la gente. Al rato ya estábamos bailando todos, incluyendo a los 3 o 4 borrachos que andaban molestando a todo el mundo. A las 12 prendieron el castillo, una tradición que tienen en Perú, que es una armazón con distintas figuras de hierro en las que ponen fuegos artificiales.
Estábamos muy felices viendo eso, y nos reíamos pensando que estábamos ahí de casualidad porque pensábamos irnos esa misma mañana y decidimos quedarnos para poder descansar un día. Esas son las cosas que te van sorprendiendo en el viaje y no tenés planeado, y que te ponen muy feliz.
Al día siguiente nos despertamos temprano y salimos hacia Trujillo. En ese viaje también tendríamos una sorpresa, y de las buena.
4 comentarios
Hola Nico y Lu! reciban cordiales saludos desde Cusco Perú!! Realmente este es un post con valiosa información antes de visitar Perú, recomendaciones muy útiles.. adicionalmente me encantaría compartir acotar algunas precisiones valiosas >> https://blog.viajesmachupicchu.travel/consejos-importantes-para-viajar-a-zonas-de-gran-altitud-en-peru/
Gracias por compartir este nivel de material; me ha encantado y servido mucho!
Gracias Norka por tu aporte. Saludos!
Dicen los viajeros, como yo,que cuando recorres caminos y te sorprenden lugares y cosas, es que estas entrando de a poquito en la parte mas secreta de tu ser YO,se llama ese lugar.FELICIDADES Y ALEGRIA…
Gracias Bera!!!