Gracias a los 36 años que llevamos de democracia en la Argentina, que hasta hace poco era acompañada con el mismo sistema por el resto de Sudamérica, nos hemos acostumbrado a las urnas y sospechamos que este es el sistema estándar de gobierno. Pero, lamentablemente, la cosa no es tan así. Permítanme hacerles un resumen de cómo está el tema de las democracias asiáticas en los países que hemos visitado en estos meses.
INDONESIA 🇮🇩
En este archipiélago de más de 17000 islas el presidente es electo por el pueblo de forma directa. La particularidad más llamativa es que para poder mantener unido un país con tanta diversidad religiosa y cultural, el gobierno nacional les dio a algunas regiones mayor autonomía y pueden establecer sus propias leyes. El ejemplo más conocido es el de Banda Aceh en la isla de Sumatra, donde se aplica la sharía, por lo que la ley islámica está por encima de las leyes ordinarias, y por la cual todavía hay gente condenada a latigazos o a ser lapidada.
MALASIA 🇲🇾
Tal vez tenga el sistema más extraño de todos. Es una monarquía constitucional, en la que el rey tiene un papel meramente decorativo y es elegido en un sistema rotativo por 9 de los 13 sultanes que lideran los estados federales. Sí, un rey rotativo, nada de imposición divina o hereditaria.
Además, cuentan con un parlamento se compone de dos cámaras, el Senado y la Casa de Representantes, después de todo son una ex colonia inglesa. Y los de la Casa de Representantes son quienes eligen al primer ministro.
SINGAPUR 🇸🇬
Nadie puede negar que Singapur es un ejemplo de prosperidad y transparencia, pero también de autoritarismo y nepotismo. Lee Kuan Yew ocupó el cargo de primer ministro desde 1959, poco después de la independencia hasta 1990, y luego de tener otro primer ministro por algunos años, en 2004 asumió el cargo el hijo del propio Lee Kuan Yew.
Todo esto se da a pesar que existen elecciones populares donde se elige al presidente, quien está a cargo de elegir al primer ministro. Pero con muy poco margen para la libre expresión y la libertad de prensa, y con una fuerte planificación y control ejercido por el gobierno, se hace muy difícil la posibilidad de un cambio de aire en el gobierno.
TAILANDIA 🇹🇭
Lo de este país roza lo tragicómico, al estilo de Tato Bores. Hay un dicho en Tailandia que afirma que los campesinos eligen los presidentes y los de la ciudad los derrocan.
Durante el siglo XX en Tailandia hubo 12 golpes de estado desde 1932 (más 7 intentos fallidos).
El primer ministro actual, Prayuth Chan Ocha es un militar retirado que llegó al poder con un golpe, modificó algunas leyes y la constitución, y después de varios años llamó a elecciones y ganó. Él mismo creó los slogans y las canciones de su campaña…y también las cantó. Lo que se dice un candidato completo.
Una de las personas que quería disputarle la presidencia era una hermana del rey, pero este a través de declaraciones le sugirió (amablemente) que no lo hiciera, continuando la historia de una monarquía siempre amiga de los que tienen las jinetas sobre el hombro.
MYANMAR 🇲🇲
Tal vez el país con la mayor paradoja de la democracia. Después de haber tenido durante décadas un gobierno militar sanguinario, que silenciaba la oposición y las minorías con masacres, ahora el poder reside en Aung San Suu Kyi, una ganadora del Premio Nobel de la Paz, que encabeza un gobierno democrático sanguinario, que silencia las minorías con masacres.
El país todavía tiene heridas abiertas desde la época que comenzó a independizarse de Inglaterra. Algunas etnias que no fueron tenidas en cuenta al momento de pactarse la independencia después de la segunda guerra mundial, reclaman mayor autonomía para gobernar sus territorios. Con algunas de esas etnias el gobierno ya llegó a un alto al fuego y con otras todavía hay conflictos armados.
La peor situación se da con los Rohingyas, una minoría musulmana nacida en Bangladesh, que han sufrido masacres y persecuciones, y hoy cuentan con 800.000 refugiados viviendo en el país vecino y son considerados apátridas.
CAMBOYA 🇰🇭
Todavía influenciada por el genocidio de los Jemer Rojo, Camboya sostiene una monarquía para usar al rey como símbolo de unidad y para recordar las antiguas épocas de esplendor del país.
El primer ministro actual, Hun Sen, pertenece al partido que ha estado al mando del gobierno desde que cayeron los Jemer Rojos en 1979, que habían tomado la capital en 1975, momento en el que Hun Sen era un militante de los Jemer Rojos. Con más o menos poder, ha estado liderando el país desde 1993, siempre en una coalición con el partido monárquico.
Antes de las últimas elecciones el principal partido opositor fue prohibido, hubo opositores presos y exiliados. Todo muy democrático.
VIETNAM 🇻🇳 Y LAOS 🇱🇦
La historia de estos dos países quedó atada desde lo que conocemos como la guerra de Vietnam y ellos llaman la Guerra Americana. A pesar de los millones de toneladas de bombas tiradas por los norteamericanos, en ambos países los comunistas se impusieron en las respectivas guerras civiles y hasta el día de hoy Vietnam y Laos son 2 de los 5 países considerados comunistas, junto a Cuba, China y Corea del Norte.
A pesar de la estrella amarilla y el rojo de la bandera, en la práctica, el comunismo económico en Vietnam duró mucho menos que la guerra y en 1986 el país se abrió al mundo y hoy se puede desayunar en Starbucks y almorzar una Big Mac.
En los dos países el sistema de gobierno es el mismo.
El partido gobernante es el Partido Comunista, y la forma de elección del Poder Ejecutivo es esta: el pueblo elige a los representantes de la asamblea general del Partido Comunista (con diferente nombre en cada país), y por lo que nos contó un funcionario laosiano, estos suelen ser representantes regionales, y son quienes eligen al presidente, quien luego selecciona al primer ministro. Entre estos dos se dividen las tareas del ejecutivo.
JAPÓN 🇯🇵
En el país del sol naciente la cabeza del poder está en el primer ministro, que es designado por el poder legislativo, que es elegido de forma directa por el pueblo y tiene el extraño nombre de Dieta Nacional, que sugiere que todo el país come lo mismo.
La constitución post Segunda Guerra Mundial modificó cuestiones básicas y tradicionales. La más importante es que el emperador dejó de ser considerado un ser divino y su función ahora es más que nada ceremonial. El otro punto importante que modificó la constitución, y fue parte de lo negociado en la rendición de Japón, fue que el país no podría tener un ejército y se comprometía q nunca más iniciar hostilidades contra otros países.
Y sobre ese último punto transcurrían algunas de las novedades más trascendentales cuando estuvimos. Shinzo Abe, el primer ministro que llegó al poder en 2012, en la campaña para ser reelecto prometió modificar el artículo 9 de la constitución, para que el país pueda volver a tener ejército propio. El argumento es la amenaza constante que representa tener como vecino a Corea del Norte, que cada tanto lo provoca y le moja la oreja probando sus misiles en el mar de Japón.
Algo sorprendente fue que a pesar que Japón todavía conserva su imagen de ser incorruptible, sus funcionarios últimamente han estado en el foco de varios escándalos, como los legisladores acusados de recibir sobornos de empresarios chinos que quieren instalar casinos.
CHINA 🇨🇳
Aunque controlar una población de 1400 millones parece una tarea imposible, el partido comunista lo logra. Y el control es absoluto gracias a las más de 200 millones de cámaras instaladas en las calles (muchas con inteligencia artificial con reconocimiento facial) y a la censura en internet (el país tiene sus propio buscador y sus propias redes sociales y el uso de internet está monitoreado por el gobierno) y en los medios.
A este control se le suma las detenciones arbitrarias a discidentes políticos y activistas de DDHH. Y lo que suena peor es la detención y lavado de cerebro que se intenta hacer a los musulmanes de la etnia uigur del noroeste chino en lo que llaman “centros de educación ideológica y entrenamiento profesional” y las masacres denunciadas por los seguidores del movimiento Falung Dafa.
Todo este super control, y la imposibilidad que tienen los medios y la población para comunicar libremente, se vio reflejado con la crisis del Coronavirus, en la que el gobierno ocultó durante semanas la información, y cuando admitió el problema, este ya era demasiado grande.
Pero el gobierno chino también tiene un par de cartas positivas para poner arriba de la mesa. En los últimos 40 el régimen de partido único logró sacar de la pobreza a 740 millones de chinos y se transformó en la única economía en poder medir fuerzas con EEUU. Esto se logró gracias a la reforma de Deng Xiaoping, y no a Mao Zedong, el padre ideológico del comunismo chino.
Todo esto obliga a pensar si el bienestar económico justifica la restricción de libertades y si mejoras económicas se traslucen en mayores niveles de felicidad.
FILIPINAS 🇵🇭
Que en el mundo están creciendo las democracias populistas de derecha no es novedad, y el caso de Filipinas es un hermoso ejemplo de cómo este fenómeno también se da en las democracias asiáticas.
Rodrigo Duterte llegó al poder prometiendo mano dura contra delicuentes y narcotraficantes, y estos últimos son los elegidos para mostrar como los enemigos públicos número 1. Desde que él asumió en el 2016 hasta finales del 2018, el gobierno reconoce 6.600 muertes en operaciones contra los narcos, pero clasifica unas 23.000 más como “casos bajo investigación” y muchas organizaciones de derechos humanos aseguran que son muchas más, y que en muchos casos se dan ejecuciones sin ningún tipo de juicio y que existen grupos para militares trabajando en esta limpieza impuesta por Duterte.
Gracias a ese discurso duro y a haber reducido la pobreza de un 27% a un 21%, el presidente tiene un apoyo del 70%, según algunas encuestas.
Para agregar un dato de color, en Filipinas el presidente y su vice se eligen por separado, y la vicepresidenta pertenece a un partido diferente al de Duterte. No debe ser nada fácil esa convivencia con un tipo que en sus actos hace subir al escenario mujeres para besarlas y tiene una colección de frases misógonas, como “Si hay muchas mujeres bonitas, habrá muchas violaciones”.
Desde el punto de vista de nuestro sistema, nos costaría reconocer como democráticos muchos de estos países, pero sus habitantes se sorprenden cuando les preguntamos si pueden elegir a sus gobernantes, para ellos la respuesta es obvia y afirmativa. Pero la política no es un tema que se discuta demasiado, jamás alguien inició un tema relacionado, y ante nuestras preguntas generalmente recibíamos sonrisas y gambetas. Tal vez, fueron demasiados años de acostumbrarse a estar en silencio, aprendiendo a no preguntar.
Texto original publicado en el diario Hoy Día Córdoba.