Machu Picchu: Maravilla del Mundo Moderno

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El cuarto día de caminata por el Camino del Inca llegamos a la Puerta del Sol, luego de sacarnos una foto grupal comenzamos la recorrida guiada.

Habíamos hecho algo que no nos enorgullecía pero que necesitábamos hacer. Habíamos hablado con la guía en inglés, que claramente era la líder del tour, para preguntarle si en lugar de ir con nuestro guía podíamos ir con el guía que estaba con la pareja española-israelí, ya que queríamos disfrutar de nuestra estadía en Machu y con nuestro guía pensábamos que podíamos quedarnos corto con la información. Después de charlar entre los 3 nos dijeron que podíamos hacerlo así. Y por suerte lo disfrutamos mucho. La recorrida guiada dura unas 3 horas y luego tenemos otras tantas para recorrer libres todo el lugar.

Trataremos de describir algunas de las partes más interesantes de Machu. Si bien en las ruinas que cruzamos en el camino habíamos visto andenes agrícolas, recién acá podemos verlas desde cerca y caminar por los andenes y terrazas.

Andenes agrícolas

Los construían con capas de distintos materiales, lo que permitía que el agua filtrara sin acumularse y esto hacía que no se desmoronaran los muros. La excelente calidad de construcción hizo que comunidades peruanas siguieran usando los andenes para cultivar, incluso hasta el siglo XX cuando muchos daban por olvidada la gran ciudad Inca.

Una de las construcciones que más llama la atención por su arquitectura es el Templo del Sol. Tiene una parte semicircular y está construido directamente sobte una roca. Por supuesto que como en todas las construcciones Incas, uno puede asombrarse por la presición con la que están colocadas las piedras. Se supone que solo los sacerdotes y el Inca podían ingresar al templo. Cuenta con 2 ventanas que servían para realizar observaciones astronómicas, una de las ciencias en las que los incas eran expertos.

La piedra Intihuatana es uno de los puntos que más interés genera en quienes buscan encontrar energía en las piedras. Se supone que si uno se frota las manos y las pone cerca de la piedra, puede sentir un gran poder. Nosotros no lo sentimos, pero tampoco es fácil poner las manos cerca, ya que hay guardas vigilando que a nadie se le ocurra tocar la piedra.

Piedra Intihuatana

Machu Picchu era una ciudad completa. Con templos, observatorios astronñomicos, casas, fortificaciones, canteras y otros tantos edificios y zonas. Un conjunto de habitaciones se supone que era la Acllahuasi, que se puede traducir como “Casa de las escogidas”, que eran las mujeres que vivían como sirvientas del Inca, y en algunos casos eran sacrificadas a los dioses. En una de las salas hay dos grandes morteros, y cómo con muchas de las cosas que se ven en Machu, todavía no está claro para que se usaban. Hay dos teorías, una dice que para moler granos y otra que se dejaba llenar de agua para poder observar los astros.

Mientras se camina por la ciudad, se observan diferentes canales y canaletas, que pertenecían al complejo sistema de agua creado por los Incas, que no tenían nada que envidiar en cacapidad ingenieril a los romanos.

Si sigue el recorrido se llega a la zona de canteras, donde hay montones de piedras,cortadas o a medio cortar, que seguramente serían usadas en nuevas construcciones. Lo bueno de ir con un guía es que uno puede entender cómo trabajaban hace más de 500 años con materiales rudimentarios y podían logran trabajos tan perfectos.

Una vez que se termina el recorrido guiado, uno tiene tiempo suficiente para recorrer lo que no haya visto o volver a visitar la parte de la ciudad que más le haya gustado. Nosotros caminamos bastante y cuando estuvimos cansados nos alejamos de las principales construcciones para poder tomar la típica foto de Machu Picchu.

Esto es Machu Picchu

Sentados en un borde, tomamos agua, comimos algo y respiramos profundo. Nos quedamos un rato largo mirando todo el paisaje, recreando historias en silencio. Disfrutando de haber llegado hasta ahí. A pesar de la cantidad de gente que hay en constante movimiento, nos sentíamos relajados, tranquilos.

Disfrutando Machu

La montaña que se ve en la parte alta de las fotos es Huaina Picchu, tal vez ya empiecen a sospechar que Picchu significa algo, y que no es casualidad lo de los dos nombres. Así es, Picchu significa Montañana, Machu es vieja y Huaina es nueva. Desde Machu se puede ir caminando y el ascenso hasta la cima lleva entre 45 y 60 minutos. Pero nosotros no lo hicimos porque estábamos demasiados cansados y porque no habíamos comprado los boletos para ir. En esta página, están los precios actualizados al 2016, no es tanta la diferencia, pero hay que reservar con tiempo porque solo permiten 400 personas por día, o eso entendí buscando información.

 

Camino de regreso

Cuando ya creíamos que habíamos estado suficiente, y como una hora antes que cerrara la ciudadela, nos fuimos para no tener que salir con la gran masa de gente. A la salida pasan buses que llegan hasta Aguas Calientes. El camino es un largo zig zag, que si no hiciste 4 días de caminata antes, podés hacer a pie, no es tanto, solo 9 kilómetros en bajada. Acá tienen info sobre los buses. En Aguas Calientes ya teníamos nuestro pasaje en tren para ir hasta Cusco, venía incluido en el tour que habíamos comprado.

 

Recomedaciones

  • Aunque vayas directamente en tren, llevá protector solar y gorro. También pueden ser útiles lentes de sol y manteca de cacao para los labios.
  • No saques las fotos mientras habla el guía, aprovechá que estás con alguien que sabe de historia y escuchalo. Después vas a tener tiempo para volver al mismo lugar y sacar miles de fotos y selfies.
  • Llevá una botella de agua y comida en tu mochila.
  • Existe un lugar en la entrada con lockers para dejar tu mochila.
  • Prepará el viaje con tiempo, no es una excursión más. Hay cupos con cantidad de personas que pueden entrar por día.
  • En tu preparación, asegurate que la agencia con la que contratás el servicio, sea seria. Es más, si algún amigo fue, pedile que te recomienda con quien hizo el viaje si es que fue bueno y si no seguí buscando información.
  • Si te gustan los recuerdos, y coleccionás viajes en el pasaporte, no te olvides al salir de Machu Picchu, de marcar tu pasaporte con el sello que hay en la recepción. Es una imagen que es buena para romper el hielo en una charla en tu próximo hostel.

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