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Necesitábamos ir hasta la Guyana, pero hacerlo desde Manaos directo es un viaje demasiado largo, y también íbamos especulando con los tiempos, ya que queríamos pasar navidad en Guayana Francesa y año nuevo en Brasil. Entonces decidimos hacer una primera parada en Presidente Figuereido, un pequeño pueblo a 125 kilómetros de Manaos.
La ciudad es turística porque tiene algunos rápidos y cascadas. Como nosotros estábamos bastantes cansados, fuimos hasta las cachoerias que están más cercanas al pueblo, así pudimos ir sin cansarnos mucho y sin gastar.
Ahí se encuentra el parque Urubui, que es gratuito y tiene unos pequeños rápidos y un río con un fondo rojizo, que queda cubierto bajo la sombra de altos arboles. Cuando tomás conciencia que estás bañándose en un río en la selva amazónica, inmediatamente se te dibuja una sonrisa y levantás la cabeza para ver todo lo que te rodea. Estábamos con la sensación de que todo lo que nos rodeaba era magnífico. Además de disfrutar de los efectos refrescantes del río, fuimos a caminar un poco por unos senderos que se veían por la selva. No estábamos en lo profundo de la selva, así que no vimos grandes cosas. Solo algunas telas de arañas, hojas gigantes y un sapo que se creía hoja.
El objetivo estaba cumplido, descansar y acercarnos a las Guyanas.
Al día siguiente salimos a Boa Vista. Primero un auto particular, segundo una 4×4 del Ministerio de agricultura que era la primera vez que llevaban a alguien, después otra con dos militares y el último paso fue en una camioneta manejada por un señor que iba en su último viaje por carretera porque ya estaba muy viejo para manejar.
Boa Vista nos recordó al Chaco, desde que nos despertábamos ya hacía 40 grados de calor y la temperatura no mejoraba hasta las 6 de la tarde. Así que todos los días a la mañana descansábamos y actualizabamos nuestras redes sociales, buscábamos información o actualizábamos el blog.
A la tarde salíamos a conocer la ciudad. Boa Vista es la capital estatal más pequeña de Brasil, con unos 300000 habitantes. Fuimos a conocer lo que suponíamos era una costanera pero solo era un balcón con vista al río (Orla Traumana). Otro de los paseos fue por una avenida en la que hay unas fuentes muy lindas y la zona es muy tranquila (Praza das Aguas). Además está el palacio de gobierno de Roraima y hay un puesto de hamburguesas, que vende una del tamaño de un plato, por 20 reales.
Lo más interesante fue la visita a una escuela. Nos hospedamos con Janio, un profesor de matemáticas que nos permitió acompañarlo a su trabajo. Lo interesante es que la escuela está militarizada. Fuimos con todos los preconceptos que tenemos sobre cualquier institución manejada por militares. Janio nos dejó en un aula con el profesor de español y estuvimos con 4 grupos de alumnos de distintos años, y todo fue al revés de lo que nosotros esperábamos. No fuimos a una clase para ver cómo enseñan, si no que nosotros fuimos la clase. A todos los grupos que pasaron, el profe les explicó que éramos de Argentina, que andábamos paseando y nos hospedábamos en la casa del profe Janio y que podían hacernos todas las preguntas que quisieran. Además de preguntar si estábamos casados y teníamos hijos, los chicos hicieron preguntas sobre el viaje y sobre la Argentina, y nosotros, junto a Janio les explicamos de qué se trata Couchsurfing y lo lindo que es viajar. Si conseguimos despertar en uno solo de esos chicos el espíritu viajero, ya logramos un cambio en el mundo, aunque sea muy chiquito.
Nosotros también aprovechamos para tratar de entender por qué la escuela está militarizada y cómo está funcionando. Era una escuela muy violenta, con altos índices de indisciplina y los maestros sentían lo mismo que nos dijeron en otros países, que habían perdido la autoridad. Entonces el estado decidió hacer una prueba. Sigue a cargo de la parte pedagógica y educativa, pero los militares se encargan de la disciplina. ¿Qué quiere decir? Por lo que entendimos en la charla en portuñol, el militar que está a cargo establece las normas, por ejemplo el horario de entrada es a las 13 y el que no está a esa hora no entra, antes sí podían hacerlo. El que falta el respeto a un profesor puede ser suspendido y si reincide se lo “invita” a buscar a otro colegio. Lo bueno y que nos dejó más tranquilos fue que nos dijeron que antes de tomar alguna medida, hay asistentes sociales que visitan las casas de los alumnos para entender cual es la situación que está viviendo y se trata de ayudarlo para poder contenerlo dentro de la escuela, pero al fin y al cabo se considera que es su responsabilidad mejorar, por lo que si no lo hace, se tiene que ir.
Fueron varios días de tranquilidad, de hacer poco en una ciudad organizada y limpia, disfrutando de la paz que proliferaba en la casa de una familia super generosa que nos abrió las puertas de par en par y nos dejó vivir como si fuera nuestra casa.
De ahí partimos con destino a la parte más desconocida de Sudamérica, las Guayanas.
Qué ver en Presidente Figueiredo
Lago azul
Cachoeira de Pedra Forada
Parque Urubui
Precios en Presidente Figueiredo
Hotel Dus Viajantes: habitación matrimonial: 50; habitación individual: 30
Camping Mestre gato, para colgar hamacas: 10
Precios de Boa Vista
Terminal de Caimbe taxis a lethem: 35
Bus a Bonfim: 30 (sale 3 veces por día)
