Mérida es uno de esos lugares que te sorprenden desde el primer momento. No importa cuántas fotos hayas visto o cuánta historia hayas leído: caminar por sus calles es como viajar en el tiempo. En este post te voy a contar qué ver en Mérida en 2 días, por qué cada lugar vale la pena y cómo aprovechar al máximo la experiencia, incluyendo un pequeño desvío a Badajoz para completar el viaje.
Nosotros fuimos la primera semana de julio y nos encontramos con un regalo inesperado: el Festival Internacional de Teatro Clásico. Eso significaba que íbamos a ver “Numancia” de Cervantes en el mismísimo teatro romano. Un escenario de 2000 años y el autor más importante de nuestra lengua, ¿qué más se puede pedir?
Antes de mostrarte todo lo que podés ver en Mérida, te cuento un detalle curioso: Mérida fue una ciudad para jubilados. Sí, fue creada para que pasaran acá su retiro los soldados romanos.
¿Qué ver en Mérida?
Hay ciudades que tienen algunos monumentos romanos y por eso son turísticas. Pero Mérida va mucho más allá. No es una ciudad con un monumento romano, es una ciudad romana. Todo lo que veas y por donde camines tiene una historia. Así que andá atento, porque no sabés en qué esquina vas a ver una columna con dos milenios de antigüedad.
Estos son los lugares que visitamos en Mérida y que no te podés perder.
1. Admirar el acueducto de los Milagros, un imperdible de Mérida
Fue lo primero que vimos cuando llegamos y la mejor bienvenida que podíamos tener. Esta imponente obra de ingeniería romana, fue construida durante el siglo I d.C. Su nombre no es casual. Tiene que ver con que a pesar de todo lo que vivió se conserva en pie con una elegancia que sorprende. Sus arcos de ladrillo y piedra alcanzan los 25 metros de altura y cruzan un extenso valle que antiguamente abastecía de agua a la ciudad desde el embalse de Proserpina.
No hay que pagar entrada, y se puede recorrer tranquilamente, incluso en bici. Lo ideal es visitarlo temprano en la mañana o al atardecer para evitar el calor. Aunque si llegás como nosotros al mediodía, vas a encontrar sombra en los árboles del parque que rodea al acueducto.
Por su importancia histórica y su belleza, sin duda tiene que estar dentro de tu lista de qué ver en Mérida en 2 días.
2. Viajá al pasado con el teatro y anfiteatro romanos de Mérida
El teatro y el anfiteatro romanos son las joyas más famosa de Mérida. Forman parte del conjunto arqueológico declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
El teatro romano de Mérida, se construyó alrededor del año 15 a.C. Servía para representar tragedias, comedias y recitales poéticos. Tenía capacidad para unas 5.000 personas y estaba pensado para que se escuchara bien desde cualquier lugar.
Una de las principales diferencias entre los teatros y los anfiteatros es que los primero tenían decorados que permitían escenificar los espectáculos. Y una curiosidad es que muchas obras se representaban en griego, aunque casi nadie entendía el idioma, pero iban igual porque era una forma de hacerse ver. O sea que hace 2000 años ya existía el postureo.
Al teatro lo financiaban figuras importantes de la ciudad, como Agripa (el yerno del emperador Augusto), para ganar prestigio político y ganarse al pueblo.
Justo al lado está el anfiteatro, de unos años después. Ahí sí, todo era más para las masas: luchas de gladiadores, caza de fieras, ejecuciones. Cabían más de 15.000 personas, lo que ya te dice qué tipo de show prefería la mayoría. También lo pagaban ciudadanos ricos o el propio emperador, a veces para celebrar victorias militares o calmar tensiones sociales.
💡Tip: si querés aprovechar y conocer a fondo la historia de estos lugares, en Civitatis podés reservar el tour guiado por el teatro y el anfiteatro o el tour que recorrer toda Mérida e incluye las entradas. Es una gran forma de ponerle contexto a lo que ves.
¿Hay que comprar entradas para el teatro y el anfiteatro?
Sí, la entrada al conjunto arqueológico cuesta 13€.
💡 Pero hay algo que te conviene mucho más. Existe un pase para entrar a casi todos los monumentos históricos y que solo cuesta 17,50€. Podés comprar tu entrada en el sitio oficial de Mérida.
3. Centro histórico y Templo de Diana, un paseo por una ciudad romana
De noche, el centro histórico de Mérida tiene un encanto especial. Calles peatonales, columnas antiguas en cualquier vereda y plazas iluminadas por la luz amarilla de los faroles.
Recorriendo las callecitas sin un sentido fijo encontramos El Templo de Diana. Otro de los monumentos del siglo I a.C. Está justo en medio del casco antiguo, rodeado de bares y restaurantes. Nosotros nos sentamos en un bar que está justo al lado a tomar una cerveza y a ver un ensayo de danza contemporánea de un grupo que era parte de las actividades paralelas del festival.
Ese contraste entre lo antiguo y lo actual es lo que hace única a Mérida. Estás tomando una cerveza artesanal y, a pocos metros, hay columnas que llevan 2000 años en el mismo lugar.
El templo de Diana es el único edificio religioso que sobrevivió. Y a pesar del nombre, no estaba dedicado a Diana, la diosa de la caza. Por las estatuas que se encontraron, parece que estaba más dedicado a idolatrar al emperador y al Senado, que tenía carácter divino. O sea, era el templo de los poderosos.
💡Tip: Un gran plan para conocer todo el centro y ver Mérida con ojos diferentes es hacer un tour nocturno. Podés hacer el tour de los misterios y leyendas. O si preferís verlo de día, podés hacer el free tour por Mérida.
4. El puente romano, para observar los secretos de los ingenieros romanos
Es uno de los puentes más largos de la antigüedad que aún se conservan, con 792 metros y 60 arcos. Cruza el río Guadiana y ofrece unas vistas espectaculares del atardecer. Lo cruzamos entero, disfrutando del sonido del agua e imaginando la cantidad de historias que se deben haber vivido sobre sus piedras.
Lo sorprendente del puente es que, a pesar de su antigüedad y de las crecidas del río a lo largo de los siglos, gran parte de su estructura original sigue en pie. Al igual que lo que pasó con el acueducto, el puente logró mantenerse gracias al secreto y el ingenio de los constructores romanos. Dicen que su mortero usaba una mezcla que incluía cal, piedra volcánica y cenizas (a veces traídas de Italia), que con el tiempo se endurecía más que el cemento moderno. Es una mezcla súper resistente a la humedad, por eso tantos acueductos sobreviven.
Obvio que el puente sufrió varios contratiempos y tuvieron que reconstruirlo algunas veces. Las últimas fueron durante la época árabe y después en el siglo XVIII. Y siempre mantuvo su función como vía principal de comunicación.
Si tenés buena capacidad para fantasear, parate en la punta del puente e imaginate una legión de soldados romanos volviendo de la batalla, con sus cascos y sus armaduras resonando en cada paso.
El puente es uno de los lugares que seguro vas a tener en tu lista de qué ver en Mérida en 2 días.
5. Alcazaba árabe, una de las cosas que hacer en Mérida
El segundo día empezamos en la Alcazaba, una fortaleza construida por los árabes en el siglo IX. No está tan bien conservada como los monumentos romanos, pero ayuda a entender cómo fue cambiando el dominio en zona.
Desde las murallas de la Alcazaba de Mérida hay vistas panorámicas del puente romano y el río, por eso era un gran punto de control, para vigilar y decidir quién entraba y salía de la ciudad.
En su interior, lo más interesante para ver es el aljibe, que está dentro de una torre y está perfectamente conservado y donde en parte del día se refleja el sol, brillando de una forma hermosa.
Algo que me llamó la atención fue que las paredes de la torre estaban hechas con piedras muy diferentes entre sí. Incluso en el techo había piedras con pequeños pozos de distintos tamaños. Justo había un guía explicándole a una familia que los árabes construyeron la fortaleza usando piedras que sacaron de ruinas romanas. Entonces, lo importante era que la piedra tuviera el tamaño necesario, así que en un mismo lugar se pueden encontrar distintos tipos de piedras. Por ejemplo, un viga podía transformarse en una columna.
¿Y la piedra del techo? Tenía huecos porque era usada en el mercado para medir la cantidad de granos.
6. Casa del Mitreo, monumento de 2000 años que ver en Mérida
Si querés saber cómo vivía un rico de la era romana, tenés que visitar la casa del Mitreo. Caminando por los restos de muros y patios, uno se da cuenta de que no era solo un espacio para vivir, sino también para mostrar estatus. Por ejemplo, ves los mosaicos que adornaban la sala donde el dueño de casa recibía a las visitas, donde los podía dejar esperando todo lo que quería hasta recibirlos … o hacerlos volver al día siguiente.
La casa del Mitreo es una domus romana que conserva mosaicos y restos de su distribución original. Entre todo lo que vas a ver, lo más alucinante es el mosaico cosmológico. Ocupa uno de los espacios principales de la casa y tiene un nivel de detalle increíble. Vas a ver representados los elementos del universo: la tierra, el mar, el cielo y las estaciones, y también los dioses romanos.
En esta casa había mútiples habitaciones, patios de verano, de invierno, aljibes, baños, etc. Y todo, todo, todo estaba decorado. Cada vez que voy a un lugar antiguo y veo los colores originales de las paredes, me vuelvo loco. ¡Estás viendo el color y las formas con que pintaban las paredes hace 2 milenios!
Si seguís caminando, al fondo del predio hay un conjunto de tumbas antiguas y una colección de lápidas de distintas épocas y lugares.
7. Plaza de España y Palacio de los Vera-Mendoza, puro lujo en pleno centro
La plaza está rodeada de edificios históricos, como el Ayuntamiento, la casa de los Pacheco y el Palacio de los Vera-Mendoza. También la rodean bares muy turísticos, con precios más caros que en otras partes de la ciudad y con una atención que dejó bastante que desear, así que nos fuimos sin tomar nada.
El Palacio de los Vera-Mendoza fue construido a finales del siglo XVI por una de las familias nobles más influyentes de la zona. El estilo de su fachada es renacentista: portada adintelada, escudos heráldicos y balcones que muestran el rango social de quienes lo habitaban. Pero por dentro lo reformaron y hoy es un hotel, que tiene muchos detalles que recuerdan el pasado árabe de Mérida.
Por todo esto creo que pasear por la plaza España y sus alrededores es una de las cosas que hacer en Mérida.
8. Festival Internacional de Teatro Clásico, ideal si viajás en verano a Mérida
Si vas a ir en verano, poné entre tus imperdibles de qué hacer en Mérida en 2 días alguna de las obras del festival internacional de teatro.
Nuestra visita coincidió con el estreno de “Numancia” en el teatro romano. No voy a entrar en detalles de la obra en sí, porque la experiencia va mucho más allá del argumento. Estar sentado en esas gradas de piedra, bajo un cielo estrellado, escuchando las palabras de Cervantes en un escenario que ha visto pasar siglos, es algo que no se olvida.
El escenario era perfecto para la obra. La música, las luces y los actores, todo fue perfecto. Hasta casi no sufrimos el calor.
Si pensás visitar Mérida, tratá de hacerlo durante el festival. Vale cada minuto y cada euro.
Podés ver toda la programación en el sitio del festival.
💡Tip: Si no coincidís con el festival, una buena alternativa para hacer algo único en Mérida es explorar su cielo nocturno. Civitatis ofrece un tour astronómico donde te cuentan las leyendas mitológicas de los astros desde el mirador del Guadiana.
¿Qué comer en Mérida?
Acostumbrados a Portugal donde te cobran los aperitivos que te sirven, nos dió muchísima alegría que nos sirvieran esos platos enormes de aceitunas gratis, y qué ricas aceitunas que tienen. Las aceitunas solas ya son un motivo para volver a Mérida.
Claro que no todo es aceituna. También probamos gazpacho, una especie de sopa de tomate que se sirve fría, ideal para el calor que hacía. Probamos algunos bocadillos de jamón ibérico y una caldereta de cordero.
La última noche fuimos a un restaurante llamado A de Arco, que está al lado del Arco de Trajano. Este restaurante es perfecto si te gusta tapear y si, como a nosotros, te gusta probar cosas diferentes. Tienen tapas bastante exóticas, con combinaciones que no ofrecen en los restaurantes tradicionales. Por ejemplo, dulce de morcilla con straciatella de ibéricos, virutas de torrezno con parmentier de revolconas.
Sí, tuvimos que googlear que significaba cada cosa, porque no conocíamos ni la mitad de las palabras que tenía el menú. Pero valió la pena arriesgarse.
Cómo llegar a Mérida desde Lisboa, Porto y Madrid
Mérida está muy bien conectada y es fácil llegar en auto o transporte público. Nosotros fuimos desde Coimbra y tardamos 3 horas y media. Me encantó que no tuvimos ni un solo peaje en el camino.
- Desde Lisboa: unas 3 horas en coche por la A6.
- Desde Oporto: unas 4,5 horas por la A1 y luego la A23.
- Desde Madrid: aproximadamente 3,5 horas por la A-5 y luego la E-90.
Si no tenés auto, una excelente opción es alquilar uno. Te da libertad para recorrer a tu ritmo y visitar otros destinos cercanos, como Badajoz. Hablando de eso, ya te voy a contar lo que más nos gustó de Badajoz, y lo que te recomiendo ver.
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Bonus: ¿Qué ver en Badajoz en un día?
A solo 45 minutos de Mérida, Badajoz es una escapada perfecta para conocer en un día. Nosotros recorrimos un poco de la ciudad en un día. Creo que si hubiéramos tenido tiempo nos hubiera gustado quedarnos un día más, porque también nos pareció una ciudad hermosa.
Alcazaba de Badajoz
Una de las más grandes de España, con murallas que ofrecen vistas espectaculares de la ciudad y el río Guadiana. Durante siglos fue la defensa clave de esta zona fronteriza entre España y Portugal. Los almohades la levantaron en el siglo XII, aprovechando restos de construcciones anteriores.
Lo interesante es que, a pesar de tantas guerras, sigue en pie con una solidez asombrosa. Gran parte de la muralla original, con sus torres albarranas (esas torres unidas a la muralla por un pequeño pasillo), como la famosa Torre de Espantaperros, todavía está intacta. Al caminar por la muralla, te das cuenta de que además de de servir como defensa, permitía controlar visualmente todo lo que pasaba alrededor.
Nosotros no entramos, pero si te interesa, dentro está el Palacio de los Duques de Feria, que hoy alberga el Museo Arqueológico Provincial, con piezas que van desde la prehistoria hasta época islámica.
Nosotros nos conformamos con recorrer sus murallas, entrar a algunas torres y observar de forma panorámica todo lo que nos rodeaba. Por ejemplo, nos quedamos mirando desde lo alto de una de las torres la Plaza Alta.
Plaza Alta
La Plaza Alta de Badajoz no se parece a ninguna plaza típica de España. Lo primero que me llamó la atención fueron los colores: los edificios que rodean la plaza están decorados con pinturas geométricas en rojo, blanco y negro, y tienen arcos mudejares que se repiten creando un efecto casi hipnótico y una sensación de espacio abierto que contrasta con las callecitas estrechas que llevan hasta allí.
Justo que llegamos estaba terminando la feria, pero alcanzamos a escuchar un poco del bullicio y del griterío típico de un mercado callejero.
Históricamente, esta fue la plaza central de la ciudad durante la Edad Media y buena parte de la Edad Moderna. El edificio más importante es el antiguo Ayuntamiento, que ocupa un lateral entero de la plaza. También hay algunos bares y restaurantes. Y desde la plaza salen muchas callecitas y callejones. Esos caminitos angostos te llevan al centro histórico, por donde está bueno perderse un rato y dar vueltas sin rumbo.
Puerta de Palmas
Es la antigua entrada a la ciudad, y se trata de una puerta monumental (en realidad es como un arco) con 2 torres a sus costados y en la actualidad se usa como una rotonda. Es el símbolo de Badajoz. No te va a llevar más de 5 minutos verlo, pero seguro que vas a pasar frente a él y es bueno conocer su importancia y entender que está allí desde 1551.
¿Sumarías algo a qué ver en Mérida en 2 días?
Mérida es historia viva. Sus monumentos romanos, su vida cultural y su gastronomía hacen que valga la pena dedicarle al menos dos días completos. Y si podés combinar la visita con el Festival Internacional de Teatro Clásico, la experiencia se multiplica. Un viaje que nos encantó y que siempre vamos a recordar… como a sus aceitunas.
A la lista que te di, ¿le agregarías algún lugar que dejé afuera? Contame qué te pareció este recorrido.
Si querés ver más lugares interesantes cerca de la frontera Portugal-España, te dejo este road trip que hicimos por el norte de Portugal.
