Qué ver en Nápoles: Maradona y mucho más

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Es la segunda vez que visito Nápoles y creo que la disfruté más que la primera. ¿Querés saber qué ver en Nápoles? Te cuento cuáles son los lugares que más nos gustaron y emocionaron. También te recomiendo un par de lugares donde comimos y qué excursiones hacer (y cuál NO hacer).

¿Querés saber cuál es el mejor punto para ver toda la ciudad, incluido un mural gigante del Diego? Pasá que te lo cuento.

¿Es seguro ir a Nápoles?

Mucha gente no visita Nápoles porque tiene fama de ser una ciudad sucia y poco segura. Pero es una de mis favoritas. Es una ciudad que no se viste para el turista. No se disfraza, es auténtica. Entonces la amás o la odias. La primera vez que estuve me shockeó ver lo diferente que era al resto de Europa. Así que esta vez sabía lo que nos esperaba.

Por otro lado, en ningún momento sentimos que fuera insegura. O por lo menos, no es más insegura que cualquier otra ciudad grande. Diría que hay que andar con los mismos cuidados que en Roma, en Lisboa, en Madrid. Andábamos mucho más tranquilos que en Córdoba o Buenos Aires.

Los napolitanos casi no hablan inglés ni español, como sí pasa en el resto del país. Pero te dan un montón de charla en italiano… aunque no entiendas nada.

Son bruscos, no te van a regalar una sonrisa falsa y si los hacés enojar te vas a dar cuenta. Pero la otra cara de la moneda es que son solícitos, solidarios. Si ven que necesitás ayuda, enseguida te dan una mano. Se bajan del tren y te dicen cómo hacer para llegar a destino. Te dan la habitación si está lista, algo tan simple, pero que no nos pasó en otras ciudades italianas. El inspector del bondi se baja y te lleva hasta el kiosco para comprar el ticket en vez de ponerte la multa.

En Argentina diríamos que son gauchitos.

Lista de qué ver en Nápoles

Basta de preámbulos, ahora sí te cuento cuáles son los imprescindibles de Nápoles.

Quartieri Spagnoli, el barrio de Maradona

En Nápoles, Maradona es Dios, y su barrio una de las atracciones turísticas más populares. Como si fuera una catedral, o un sitio sagrado, los turistas y los amantes del Diego vamos a ver la pasión que todavía genera.

El Quartieri Spagnoli se convirtió en el lugar donde peregrinamos los maradoneanos para ver las decenas de murales, carteles, grafitis, museos y bares que hay dedicados a él. El rincón más convocante está en Via Emanuele de Deo 46, popularmente conocido como Largo Maradona.

Ahí es donde está el altar, la gigantografía y el mural que cubre buena parte del edificio.

Largo Maradona, un imperdible qué ver en Nápoles
El mural más famoso de Nápoles está en Largo Maradona

¿Qué más puedo ver en Quartieri Spagnoli?

Si vas a buscar imágenes de Maradona, quedate tranquilo que no están solo en esa esquina. Caminá por todo el barrio. Andá en zigzag por sus calles y prestá atención a la cantidad de imágenes que hay por todos lados. A mí me sorprendió la cantidad de negocios que viven de su imagen. Desde los que venden todo tipo de souvenirs, hasta los bares con su nombre y los restaurantes que tienen su nombre. Aprovechá las gigantografías para sacarte fotos como si lo estuvieras abrazando.

De pura casualidad encontramos el mejor punto del barrio para ver toda la ciudad. Desde el Posto in Alto ai quartieri tenés una vista panorámica de Nápoles, y si mirás a la izquierda hay un edificio cubierto completamente con un mural del Diego.

Vista panorámica de Nápoles. Qué ver en Nápoles
Desde aquí podés ver toda la ciudad, el Vesubio y a la izquierda un edificio con un mural del Diego

¿Cómo me sentí en el barrio del Diego?

Lo que más me emocionó de este viaje a Nápoles fue ver todas las expresiones de amor, la sensación de que la gente lo amaba de verdad. Y que realmente extrañan a un tipo que se fue de la ciudad hace 33 años. ¿Cuántos tipos pueden conseguir eso jugando al fútbol?

Cuando estuve en Nápoles  en el 2008, el Diego todavía no había sido técnico de la selección, ni había entrado en su declive final, ni había sido secuestrado por los oportunistas de siempre.

Desde que no está, me hice más maradoneano. Cada vez que veo compilados de las patadas que recibía, pienso en la locura que sería verlo jugar hoy.

Cuando escucho a otros deportistas contar anécdotas generosas, me doy cuenta de que él, como muchos, tenía sus luces y sombras y que se habla poco de sus luces. En Nápoles sentía que solo importaban sus luces. Cada banderita, remera o bufanda que hay en su altar es un agradecimiento. Su altar es recordar  con alegría sus gambetas, su picaresca y sus luchas.

Estación Toledo de Nápoles

A 500 metros del Largo Maradona está la estación Toledo, otro de los lugares que ver en Nápoles. Para algunos es la estación de subte más hermosa del mundo. Creo que el título es bastante generoso.

Es una estación muy linda y que vale la pena conocer, pero estoy seguro de que hay muchas otras que son más lindas. Aprovechá cuando vayas al barrio del Diego para conocerla.

Entrar a la estación es como hacer una inmersión en el mar. Las paredes y escaleras están cubiertas de mosaicos de distintos tonos de azul. Y está todo iluminado con juegos de luces que simulan reflejos acuáticos.

Encima de las escaleras mecánicas hay un gran cono que permite pasar la luz natural, que desciende desde la superficie hasta el andén. Esto conecta la ciudad con el subsuelo y crea una sensación de profundidad y movimiento… Bueno, eso es lo que dicen los que saben de arte y arquitectura. La verdad que yo pensé que era más una simulación del espacio.

Después contame qué sensación te dio a vos.

La estación Toledo es uno de los recomendados que ver en Nápoles
¿La estación Toledo es la más hermosa del mundo?

Centro histórico de Nápoles

¿Qué ver en Nápoles además de todo el mundo Maradona? Bueno, saliendo del Quartieri Spagnoli, pero cerquita, tenemos el Centro Histórico de Nápoles.

Acá vas a encontrar varios de los mejores lugares que conocer en Nápoles.

Qué ver en Nápoles: la Catedral

La Catedral de Nápoles tiene más de 700 años y combina estilos barrocos y góticos. Dentro está la Capilla del Tesoro de San Gennaro. Es donde se conserva la sangre del santo más importante de la ciudad. Para los napolitanos, San Gennaro no es solo un santo religioso: es una figura protectora, a quien se le atribuye haber salvado a la ciudad de erupciones del Vesubio, epidemias y guerras.

En esta iglesia es donde se hace el rito de la licuefacción de la sangre, que ocurre varias veces al año y es seguido con enorme atención por la ciudad. Cuando su sangre está licuada, se dice que ocurrió el milagro. Eso se interpreta como una señal de buen augurio. Pero cuando no ocurre, genera pánico entre los fieles.

Piazza Bellini en Nápoles

Otro de los lugares que podés visitar en el Centro Histórico es la Piazza Bellini. A su alrededor todavía quedan restos de antiguas murallas griegas. Pero más que un monumento, la Piazza es un lugar de encuentro. A su alrededor hay muchos bares, restaurantes, librerías y edificios históricos.

Las calles más antiguas de Nápoles

A 200 metros de la Piazza Bellini tenés el inicio de la Via dei Tribunali. Es una de las calles más antiguas de Nápoles. Caminándola atravesás siglos de historia. Vas a cruzar iglesias medievales, palacios, talleres y pizzerías históricas. Es una calle caótica, es decir, que es bien napolitana.

Hablando de calles importantes y caóticas, podés darte una vuelta por Spaccanapoli. Es otra de las calles que cruzan Nápoles desde la antigüedad. Además de encontrar un montón de palazzos e iglesias, vas a caminar por una zona repleta de negocios, restaurantes, caos (de nuevo) y hasta obeliscos.

Spaccanapoli significa algo como “Parte Nápoles en dos”, porque es una sucesión de calles (Via Benedetto Croce, Via San Biagio dei Librai, Via Vicaria Vecchia) que forman una línea recta que corta el centro histórico de este a oeste y hace evidente el trazado grecorromano de la ciudad.

Ver los castillos y caminar por la costanera de Nápoles

Un muy buen plan para hacer a la tarde es recorrer la costanera y disfrutar de las vistas, que incluyen el Vesubio y los 2 castillos más importantes de la ciudad: Castel dell’Ovo y Castel Nuovo. El primero es el más antiguo de la ciudad y el segundo el más grande.

La entrada al Castel Nuovo, también conocido como Maschio Angioino, cuesta 6€ y dentro hay varias exhibiciones de arte e historia de la ciudad.

El Castel dell’Ovo está construido sobre el islote de Megaride, en el golfo de Nápoles. Hubo muchas fortalezas en los últimos 2 milenios en esa isla, pero el castillo que se ve hoy es del siglo XII. Después de su construcción, sufrió varias transformaciones y restauraciones. De hecho, cuando fuimos estaba cerrado por reformas.

Los castillos de Nápoles
Una de las tantas postales que vas a ver en la costanera de Nápoles

Si no tenés ganas de entrar a ver castillos, te recomiendo que igual los mires aunque sea desde afuera. El paisaje de toda la costanera es espectacular. Dependiendo de hacia dónde apuntes tu mirada, vas a encontrar otros pueblos del golfo de Nápoles, islas o el majestuoso Monte Vesubio, que parece que todo lo ve.

Lo más recomendable es buscar un buen lugar desde el que puedas ver el Vesubio y esperar el atardecer. Vas a poder ver cómo se iluminan todos los pueblitos que viven a los pies del volcán. También las luces del puerto y de los grandes barcos que dejan la costa. Por ejemplo, desde acá.

Cerquita del Castel Nuovo tenés la Galería Humberto I. Una obra de arte. Atravesala caminando. Prestá atención a los detalles de sus pisos, ventanas, techo. Todo. Todo tiene un detalle a dónde mirar.

Dónde comer en Nápoles

Nápoles es reconocido por 2 cosas: Maradona y su comida. Ah, qué cosa increíble la gastronomía de Nápoles. En todos los lugares comimos bien, pero te voy a recomendar cuáles son los que más nos gustaron.

La primera recomendación es “Con mollica o senza?. El nombre se traduce como “Con o sin miga?”. Es una sandwichería en la que tenés un montón de opciones y variedades de fiambres y quesos. Te preparan el sandwich en un pan gigante y lo primero que te preguntan es si querés que le saquen un poco de miga. Por eso el nombre. Probamos 2 sándwiches; estaban buenísimos y eran enormes. Así que guardamos una parte para comer después.

Está por Via Pignasecca, otra de las tantas calles caóticas, repleta de tiendas de souvenirs de Nápoles y del Diego.

gastronomía de Nápoles
Gran variedad de fiambres para preparar unos sándwiches increíbles

Entre las miles de pizzerías que hay, te recomiendo Taverna Luciana. El primer día nos pedimos una pizza clásica (ya no recuerdo cuál de todas) y una pizza frita provola, pomodoro e pepe. La pizza frita es típica de Nápoles. Estaba tan buena, que al día siguiente la volvimos a pedir.

¿Qué vas a hacer en Nápoles?

Excursiones de un día cerca de Nápoles

Por su ubicación, Nápoles es una gran ciudad para usar de base y hacer varias excursiones por el sur de Italia.

Un imperdible para hacer desde Nápoles es conocer Pompeya. Y si te gustan los lugares históricos, también podés visitar Herculano. Si preferís descansar en alguna playa, desde Nápoles podés ir a varias, tanto en barco como en bus.

Pompeya

El paisaje que rodea Pompeya es lo que hoy te recomienda un médico para que te relajes. Una montaña clara, limpia y solitaria con su forma perfecta para verla desde todos los puntos. Y por todos lados se ven viñedos verdes y abundantes. Sin duda que si la ciudad hubiera sobrevivido, en la actualidad también sería un lugar súper turístico.

Claro que nadie va por el paisaje. Todos vamos a Pompeya para ver uno de los mejores testimonios de cómo era vivir en la época romana. La ciudad fue destruida por la erupción del monte Vesubio en el año 79. Bueno, en realidad no fue destruida porque gran parte de la ciudad quedó intacta. Pero sí quedó sepultada por siglos.

Es increíble poder caminar por las calles y veredas y entender que hace 2000 años ese lugar era exactamente igual a como lo vemos hoy. Los romanos eran auténticos adelantados. Tenían calles empedradas, donde ponían sendas peatonales altas. De esa forma, cuando llovía, la gente podía cruzarlas sin mojarse los pies y el agua podía circular. Hablando del agua, las obras de ingeniería hidráulica son en realidad obras de arte. Hay fuentes para beber agua por todas partes. Así que llevá tu botellita y recargala con agua de Pompeya.

En el sitio arqueológico vas a poder ver el foro romano, anfiteatros, templos, un burdel y tabernas donde aún se conservan los mostradores donde se exhibían las distintas comidas que ofrecían. Claro que también quedaron en pie muchas casas de la nobleza de la época. Paredes con hermosos murales, jardines, fuentes y baños.

Algo que nos asombró es que se puede ver una zona que están excavando desde hace décadas y todavía les falta bastante para terminar de descubrir todo. Lo bueno es que podés ver cómo trabajan los arqueólogos, y que como lo recorrés desde una pasarela alta, ves todo desde arriba. Así que ves vasijas enteras, vasijas rotas, murales y todo lo que tenían las casas y tiendas de ese sector. Lamentablemente no permiten sacar fotos, así que vas a tener que ir si querés ver de qué te estoy hablando.

Excursión de un día a Pompeya desde Nápoles
Imaginate ver la erupción del Vesubio desde el foro

Comprar a entradas a Pompeya

Las entradas se compran en el sitio ticketone.it y los precios pueden variar según la época del año. Hay 3 tipos de entradas, nosotros fuimos con la más simple, que es la que se llama Parco Archeologico di Pompei. Las otras te permiten entrar a más lugares, o incluso visitar distintos sitios (villas y museos) durante 3 días.

Conocer Pompeya con un tour

El sitio arqueológico tiene tanta historia y tantos rincones para descubrir, que creo que es uno de los lugares que vale la pena conocer con una visita guiada por Pompeya, como la que ofrece Civitatis. Si te gusta que te cuenten lo que pasó, para entender qué es lo que estás viendo, seguro que vas a sacarle el jugo a un buen tour por Pompeya.

Qué ver en Pompeya
Me vuelve loco que todavía podamos ver estos colores y la calidad de la pintura que tenían en las casas los ricos de la época

Cómo ir a Pompeya

La mejor forma de llegar a Pompeya es en tren. Espero que tengas mejor suerte que nosotros, que justo cuando fuimos había habido un accidente en la vía, y para poder llegar había que hacer varios trasbordos y demoramos mucho más de lo normal.

El tren demora entre 30 y 50 minutos. Depende de la línea que tomes.

¡No vayas a Sorrento!

Si te gustan los lugares hiper mega super turísticos, andá a Sorrento. Si querés ir a una playa sin arena, andá a Sorrento. Si te gusta que te cobren por acostarte en una playa de roca y madera, andá a Sorrento. Pero yo no se la recomiendo a nadie.

Lo peor de todo es que yo ya había estado hacía 17 años y me había olvidado de lo que era. Y cuando llegué empecé a acordarme, y me quise matar.

Lo elegimos porque era más barato llegar, y porque de otras playas también leí que eran demasiado turísticas.

Lo único bueno de Sorrento es el paisaje que la rodea. Tenés vistas panorámicas que te permiten ver otras ciudades y el Vesubio. Ah, y durante el viaje en la lancha que te lleva desde Nápoles también tenés muy buenas vistas del volcán.

Otras excursiones cerca de Nápoles

Aunque no las hicimos por falta de tiempo, estas fueron algunas de las excursiones de un día que me hubiera gustado hacer desde Nápoles.

Herculano

Es otra ciudad que fue sepultada por el Vesubio en el año 79. Para algunos, es mejor que Pompeya y dicen que su visita es más impactante. El recorrido es más corto (Pompeya puede llevarte todo el día y ni así la ves completa).

El recorrido está muy bien organizado y permite entrar en viviendas completas, ver termas, tiendas y calles con una sensación de intimidad que en otros sitios se pierde. Desde Nápoles se llega de forma directa con la Circumvesuviana (dirección Sorrento), bajando en Ercolano Scavi, a pocos minutos a pie del sitio arqueológico.

Isquia

Isquia es la isla a la que deberíamos haber ido en lugar de ir a Sorrento. Probablemente lo hubiéramos pasado mucho mejor.

Es una isla grande, con mucha vegetación y menos turística. Además de tener playas, podés conocer el Castello Aragonese y podés recorrer varios pueblos pintorescos, como Lacco Ameno, Forio o Sant’Angelo.

Y hasta hay aguas termales. Por eso pongo en esta lista de cosas que ver en Nápoles a esta isla que nos quedó como un gran pendiente para el próximo viaje.

Capri

Sí, es una de las playas más turísticas que existen en la región, pero por las fotos, parece mucho mejor que Sorrento.

Capri tiene otros atractivos. Por ejemplo, está la Grotta Azzurra y Villa Jovis. Esta última se trata de la residencia del emperador Tiberio. El paisaje e historia de Capri hicieron que siempre fuera el refugio de emperadores, artistas y élites europeas.

Se llega desde Nápoles en aliscafo desde el Molo Beverello, lo que la convierte en una excursión clásica de un día.

¿Estás planeando ir a Nápoles?

Si vas, contame si visitaste algunos de los lugares que mencioné. Y si tenés pensado ir a algún otro lado que debería estar en la lista de qué ver en Nápoles, decime cuál es, así lo tengo en cuenta para nuestro próximo viaje.

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